viernes, 22 de mayo de 2015

Jabón de Castilla

En el mundo del jabón, hay una serie de recetas que podemos denominar clásicas y, quizás, la más sencilla y conocida de todas sea la del jabón de Castilla. Este jabón lleva en su composición, como única grasa, nuestro magnífico aceite de oliva. Es un jabón que no gusta a todo el mundo, pero lo que todo el mundo sabe es que es el jabón más respetuoso y delicado con nuestra piel. Por esta razón, es ideal para pieles sensibles, como la piel de los bebés, siempre y cuando no le añadamos ni aromas ni colorantes. La razón por la que hay gente a la que no le gusta, es porque es un jabón que no hace mucha espuma y porque, una vez que entra en contacto con el agua, se vuelve blando y babosillo. Pero no os desaniméis por eso, porque sus beneficios compensan con creces estos dos pequeños inconvenientes. Además, acordaos de que os di un truquillo para ese tema de la espuma ;).




Como es un jabón que, como ya he dicho, no lleva ni aromas ni colorantes para que sea 100% natural, decidí utilizar un molde de silicona con forma de rosa. No suelo usarlos casi nunca porque me encantan las barras, pero en esta ocasión me parecía que le iba al pelo y, la verdad, creo que han quedado muy monos :).



El periodo de curación de cualquier jabón es de cuatro a seis semanas, el del jabón de Castilla, también, pero mejora notablemente si tenemos un poco más de paciencia y nos aguantamos unos seis meses antes de usarlo. Entonces hará algo más de espuma, aunque nunca va a ser un jabón espumoso, y estará un poco menos baboso. Creo que merece a pena la espera :).


2 comentarios:

  1. Te han quedado muy lindos y finos!!! Es verdad que los jabones de Castilla quedan babosillos, pero yo no quiero otro para mis hijos, son tantas sus ventajas que no me importa ese pequeño inconveniente!!!

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    1. ¡Hola Rosa! Pues eso digo yo, que me quedo con este humilde, pero estupendo jabón. Muchas gracias por tu visita y por tu comentario.
      Un abrazo

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